lunes, 24 de febrero de 2014

Fortaleza semanal: Trabaja tu Autocontrol

El autocontrol, desde el punto de vista de la Psicología Positiva, es entendido como aquella fortaleza (ver post de fortalezas) que requiere disciplina a corto plazo y persistencia a largo pues nos permite resistir a tentaciones, controlar respuestas intuitivas que pueden llegar a dañarnos a nosotros mismos y a los demás. Ser capaces de valorar la situación antes de iniciar acciones, dejándonos llevar únicamente por el estado emocional.

Como veis al final todas las fortalezas pueden tener un punto máximo y uno mínimo y lo ideal es saber encontrar en nosotros mismos aquel nivel que nos permite permanecer en equilibro. ¿Cómo conseguirlo? Aquí os dejamos algunas sugerencias aunque recuerda que dependiendo de para qué queramos trabajar esta fortaleza, pueden ser necesarias otro tipo de intervenciones:
  1. Establece objetivos que te permitan mejorar tu día a día.
  2. Vigila y elimina cualquier distracción mientras te centras en una meta.
  3. Inicia una rutina y establece un plan de acción para seguirla. Para esta sugerencia puede serte de utilidad conocer tu reloj biológico y realizar las tareas más importantes o que requieran mayor concentración cuando estés despierto o en tu estado de máxima activación.
  4. Cuando te enfades, procura controlar tu reacción. Para eso puedes tratar de focalizar tu atención en las cosas positivas que te hayan ocurrido, puedes utilizar herramientas de relajación, ponerte en la silla del otro, tratar de analizar el por qué del enfade ¿qué necesidad no cubierta lo está generando?; etc

La mayoría de las veces que hablamos de autocontrol, terminamos hablando de emociones negativas pues son, de una u otra manera, la vía que nos lleva a perder la paciencia, a dejarnos llevar por nuestras reacciones más innatas...En este caso, me gustaría recomendaros la entrada que pusimos hace tiempo en relación a esto "No reprimas tus emociones, domínalas" 

Y este es un pequeño adelanto....

Cuenta una vieja leyenda:

Un padre para tratar de enseñar a su hijo a controlar su mal genio, le pidió que cada vez que perdiese la paciencia, clavase un clavo detrás de la puerta.
El primer día el niño clavo 37 clavos. A medida que aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos. Con el tiempo, descubrió como le resultaba más fácil controlarse que perder los papeles y después clavar los clavos.
Cuando llegó el momento en que pudo controlar su carácter durante todo el día, fue corriendo a informar a su padre. Éste, entonces, le sugirió que quitase un clavo de la puerta cada día que lograse controlar su carácter.
Los días fueron pasando y al final, el niño pudo informar a su padre que ya no había más clavos en su puerta. Entonces, su sabio padre le tomo de la mano y llevándole a la puerta añadió: leer más aquí.


Feliz Semana!
Besitos
Luisa

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjanos tus Comentarios

Quizás pueda interesarte:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...