La rueda de la vida...¿Qué es para ti la felicidad?

Esta semana me gustaría invitarte a trabajar en ti mism@. Para ello, me gustaría que escribiras uno o varios objetivos que tengas a corto/ medio o largo plazo y que te preguntes ¿por qué me gustaría conseguirlos?

Esta pregunta debes hacértela hasta que llegues en todos los objetivos a un denominador común. Éste  suele ser siempre el mismo: ser feliz. 

Nos pasamos la vida buscando y haciendo cosas para llegar a una supuesta felicidad pero ¿estamos entendiendo realmente bien el concepto? Me explico, si necesito alcanzar algo para ser feliz, por qué cuando lo alcanzo enseguida me pongo otro objetivo o me surge una nueva necesidad. 

La respuesta es muy sencilla, imagina una montaña....creemos que la felicidad está en la cima pero realmente la cima es muy estrechita y cuando alcanzamos un objetivo lo que sentimos, más que felicidad, es euforia y ésta es pasajera. Por tanto debemos cambiar la percepción y ver que la felicidad no es el final sino todo el camino.

Como una vez dijo John Lennon, "La vida es eso que se nos pasa mientras planificamos". Está claro que necesitamos planificar y pensar en el futuro pero no viendo éste como la meta para ser feliz sino como nuestro camino: dedicar tiempo a disfrutar de cada día, de cada pequeño detalle, a disfrutar de lo que tenemos y no de lo que nos falta, a centrarnos realmente en el ser y no tanto en el tener....

¿Alguna vez te has preguntado lo que es para ti la felicidad? Quizás es un buen momento de hacerlo para saber, si tenemos que cambiar nuestra perspectiva de este concepto y si estamos bien orientados.

En base a todo lo anterior, surge la idea de la Rueda de la Vida. Nuestra vida puede clasificarse en diferentes áreas; siendo todas importantes. Muchas veces cuando un área no va bien, eclipsamos el resto y parece que nuestra vida es un desastre pero quizás si tomamos perspectiva, lograremos darle a cada área su importancia por si misma y también restársela ante momentos negativos. 

Por eso te planteo lo siguiente: puntúa cada área, de 1 a 10, en base a como te sientes de satisfecho en tu vida con cada una de ellas. Una vez lo hagas, une todos los puntos y piensa, si el dibujo que sale fuera la rueda que dirige mi vida, ¿podría caminar bien?  

Si la respuesta es sí, enhorabuena!!!! estás en tu nivel óptimo de felicidad. Pero si no es así, el siguiente planteamiento es: ¿qué puedo hacer para conseguir que mi rueda gire? Para ello os dejo las siguientes recomendaciones:

• La felicidad es el camino.
• La rueda puede variar en el tiempo y es algo subjetivo.
• No necesito alcanzar el nivel 10 sino alcanzar un nivel óptimo en cada área que le permita a mi rueda girar.
• Si veo que tengo que mejorar en algún área/-s para alcanzar ese nivel óptimo es necesario priorizar, conocer nuestra motivaciones, el tiempo del que disponemos y el esfuerzo que puede suponernos. Por ejemplo, si para mejorar mi rueda yo me planteo hacer un máster para optar a otro trabajo, ganar más dinero para comprarme una casa y encontrar pareja....¿puedo hacer las tres cosas a la vez, tengo el tiempo y los recursos para hacerlo? 

Espero que este ejercicio os pueda servir tanto como me sirve a mi :)

Feliz Semana!!!!

Besitos

Luisa 

Si supiera....Gabriel García Márquez

Feliz Semana!!
Luisa

Fomentando nuestra Valentía

Seguimos trabajando fortalezas y esta semana nos toca hablar de la valentía. Ésta es entendida como la capacidad de realizar actos de forma voluntaria, inclusive sin llegar a analizar riesgos o consecuencias. 

Normalmente la valentía se identifica con actos de ayuda a otros, con actos de altruismo; aunque también pueden entenderse desde un punto de vista más asertivo donde uno es capaz de defender su postura o de actuar según las propias convicciones.

Antes de comentar algún ejercicio que podemos hacer para fomentar esta fortaleza, me gustaría contaros una experiencia de valentía que vivió mi cuñado Sergio: 

Ocurrió una tarde de Septiembre mientras estaban en la playa, tumbados en las toallas oyeron a una mujer gritar por su marido y su hija que no podían salir del agua.

Cuando mi hermana se dio cuenta, mi cuñada estaba corriendo en dirección al agua y se metió, junto a dos personas más, a ayudarles.

Uno fue a por la niña y entre los otros dos ayudaron al hombre. Por suerte, ambos estaban conscientes aunque muy sofocados porque habían tragado mucha agua; sobre todo el hombre que llevaba un rato haciendo esfuerzos por empujar a su hija fuera del agua.

Cuando hablas con él, dice que no lo pensó, que se fue directo al agua a intentar ayudar y en parte ese comportamiento ayudó a salvarles la vida. Lo que sí sabe es que si se viera en la situación seguramente volvería a hacerlo; de ahí que su comportamiento pueda considerarse voluntario.

¿Cómo podemos trasladar esta fortaleza a nuestro día a día ?

1. Tomando medidas pequeñas y prácticas para generar un cambio social constructivo.
2. Identifica un área en la que generalmente evites confrontaciones y práctica frases, tonos y maneras que te permitan enfrentarte con mayor eficacia la próxima vez.
3. Toma conciencia de ti mismo y haz un trabajo de auto coaching que te permite afrontar la realidad y mejorar aquellos aspectos que a día de hoy te generan cierta disfuncionalidad o incomodidad. 
4. Identifica cuales son tus sueños y por qué no estás luchando por ellos (tus miedos) y establece un plan de acción que te permita alcanzarlos.

Feliz Semana!

Besitos

Luisa 

Adivina cuánto te quiero...

Nunca me canso de hablar y trabajar sobre la fortaleza del amor. La capacidad de amar se puede aplicar a todos los ámbitos de nuestra vida y por eso hoy os quiero invitar a que leáis un cuento y valga la redundancia, me gustaría contaros como dí con él.

Hace unas semanas fuimos a casa de una amiga a conocer a su sobri. Nos juntamos con tres peques y entre los regalos que aparecieron, apareció el cuento. "Avidina cuánto te quiero"

Es un libro cortito para peques que no conocía y me parece que transmite una moraleja preciosa que poder compartir con tu hijo/a. Por ese motivo, el día de San Valentín, cuando ya estaba confirmado mi embarazo decidimos acercarnos al Corte Inglés a comprar el primer cuento de nuestro pequeño :)

Al final del libro aparece la siguiente reflexión:

Luis Galindo dice que en el mundo hay tres pilares: el dinero, el poder y el amor y el único que cuanto más das más recibes es el amor.

A veces nos empeñamos en encontrar cómo describir nuestros sentimientos pero más allá de esa descripción que siempre se quedará corta, os invito a ser capaces de demostrarlo porque como dice el refrán, las palabras aunque tienen su efecto, "se las lleva el viento".

Es importante dedicar cada día un ratito para demostrar nuestro afecto y amor a aquellas personas que nos importan. No es necesario un gran regalo, ni una gran demostración, a veces una sonrisa, un abrazo, una conversación íntima, saber dar ejemplo a nuestros hijos y transmitirle los valores y actitudes necesarios para llegar a ser una gran persona...a veces, los pequeños detalles son los que marcan la diferencia.

Muchas veces tratamos de educar y compensar la falta de tiempo para estar con nuestros hijos con regalos y elementos materiales de la sociedad actual pero ¿crees que un niño necesita tanto de eso o necesita saber, al igual que tú y que yo, qué es importante e imprescindible para alguien, saber definirse como persona, saber darle sentido a su vida, saber enfrentarse a los vaivenes del destino con optimismo o conseguir dejar de lado sus miedos para alcanzar sus sueños?

Muchas veces es difícil sacar esos ratitos porque el día a día nos consume y por eso, los cuentos y moralejas pueden ayudarnos a encontrar esos minutos de conexión, a aprender, a reflexionar y a cambiar un poquito nuestro chip consumista y materialista (yo la primera que también tengo mis defectos) y a centrarnos en lo verdaderamente importante.

Así que hoy, este cuento es mi regalo para vosotros:

Espero que os guste tanto como a mi.

Feliz Semana!

Besitos

Luisa