Reiki

¿Alguna vez te has acercado a alguien, o algo, y te ha dado calambre?.

¡Al fin y al cabo todo es energía!

Reiki es una palabra con una doble vertiente, por un lado Rei, universal, y por otro Ki, energía; entendiendo Reiki como la energía vital universal.

Su práctica parte de la transmisión y canalización de energía a través de la imposición de manos. El objetivo es conseguir un equilibrio cuerpo-mente-espíritu.
Nuestro cuerpo está conformado por una serie de puntos energéticos por donde circula la energía. Ante un bloqueo o disfunción, el cuerpo puede llegar a enfermar y en este sentido, con Reiki ayudamos a estabilizar estos puntos haciendo que la energía fluya armoniosamente y por ende incrementamos nuestro bienestar.

Actúa a cualquier nivel: físico, emocional/mental y/o espiritual y nuestra experiencia con nosotros mismos y con nuestro alrededor cambiará en el momento en que empecemos a sentir sus efectos.
No hace falta creer en nada. El terapeuta no hace nada, no emite juicios ni diagnostica solamente actúa como canal de energía. Por tanto los cambios y beneficios de esta técnica, dependerá del propio receptor.
Hoy día cada vez está más reconocido su beneficio, ya que no tiene contraindicaciones y se está utilizando cada vez más en nuestro país, en hospitales entre otros muchos lugares; siendo compatible, por tanto, con cualquier tratamiento médico.

“La serenidad no es saber escapar de las tempestades, sino saber encontrar la paz en mitad de las mismas”
Esperamos que hayáis disfrutado con esta primera introducción al Reiki. Seguiremos hablamos de esta técnica en sucesivas entradas.