lunes, 22 de octubre de 2012

Lo que no consigue la ira, lo consigue el afecto

A veces nos volvemos locos bucando algo, nos cabreamos cuando no conseguimos un resultado o cuando no llegamos a un objetivo pero lo que muchas veces se nos olvida es que llegamos cuando nuestras emociones están en sintonía.
 
¿Y si cambiamos la rabia, la frustración y la ira por la gratitud, el afecto y la felicidad?

Hace unas semanas, llego hasta mi un vídeo que hace un claro reflejo a lo que acabamos de señalar. Porque según el Dalai Lama:
 
-Lo que somos se lo debemos al afecto. Los días de nuestra existencia ocurren gracias al cariño.

-Cometemos errores cuando las emociones la invaden y nos conducen a las malas acciones.



Ahora todo queda a nuestro criterio, el de cada uno, consigo mismo y en su relación con lo que le rodea.
¡Feliz semana!

lunes, 15 de octubre de 2012

Cambia tu lenguaje ¿Crisis? u ¿Oportunidad?


Hace unos días, estaba desayunando con un compañero de trabajo cuando surgió la siguiente cuestión, ¿qué hace que muchas veces el pobre sea cada vez más pobre y el rico cada vez más rico? La respuesta, y si seguís el blog podréis intuirla, nos parece clara: La propia concepción de la afirmación.

Me explico. Alguna vez hemos comentado el concepto de la teoría de la atracción y siguiendo este hilo una vez leí la siguiente frase "para ser rico hay que pensar como un rico". Evidentemente este es un punto de vista interesante y que puede ser aplicado a cualquier ámbito. Si en vez de encerrarnos en casa a pensar en lo mal que estamos, salimos a la calle, disfrutamos con lo poco que tenemos (agradecimiento en vez de queja y satisfacción con lo que tenemos en vez de insatisfacción con lo que no tenemos) tenderemos no sólo a ser más felices sino también nuestra actitud ante la vida irá cambiando y por ende, iremos atrayendo nuevas cosas y más positivas hacia nosotros.

También es verdad que esto en sí mismo es una utopía porque cómo pensar que por le mero hecho de pensar puedo atraer algo. La respuesta a esto es que no es tan sencillo, si seguimos la triada psicológica muchas veces comentada de pensamiento-sentimiento-conducta, vemos que para conseguir algo no debemos quedarnos en el primer paso sino que debemos avanzar hasta la acción.

Nuestra recomendación:
1. Agradece y se feliz con lo que tienes en la vida
2. Intenta mejorar día a día
3. No te paralices ante los problemas, enfréntate a ellos.
4. Luchar por tus sueños y objetivos: analiza lo qué quieres, los recursos que tienes y los que necesitas, divida tu objetivo en subojetivos para facilitar el camino, y diseña un plan de acción y ponte a ello.
4. Y recuerda: hasta una patada en el culo nos empuja hacía delante. Por eso cambia el lenguaje que te impide avanzar y no interpretes las caidas como fracasos sino como retos que te permiten mejorar y aprender (¿cuántas veces tiene que intentarlo un niño cuando está aprendiendo a caminar?)

Por tanto para cambiar algo, hay que hacer algo

Un maestro viajaba con uno de sus discípulos, quien estaba a cargo de cuidar del camello. Ya de noche, cansados, llegaron a un campamento.
Era tarea del discípulo atar al camello, pero no se preocupó por ello y lo dejo suelto al lado de la carca. Simplemente hizo una plegaría a Dios: “cuide del camello”, y se durmió.
Por la mañana, el camello había desaparecido, había sido robado o simplemente había huido. El maestro preguntó: “¿Dónde está el camello?” y el discípulo respondió: “No lo sé.  Le dije a Dios que lo cuidara y me encontraba tan cansado que no se lo que pasó y tampoco soy responsable porque se lo pedí a Dios. Eso es lo que siempre me dices, qué confíe en él.”
El maestro repuso: “Confía en Dios, pero ata siempre tu camello antes, porque Dios no tiene otras manos que las tuyas”

lunes, 8 de octubre de 2012

¿Qué ocurre en nuestro cerebro cuando nos sentimos felices?

La relevancia del estado de ánimo sobre el bienestar personal y social es bien conocido. Si tenemos una actitud positiva ante la vida, ésta se vuelve más saludable, nos sentimos mejor física y emocionalmente y como consecuencia eso repercute el tipo de comportamientos que realizamos y en cómo interpretamos nuestra relación con el mundo (con nosotros mismos y con los demás)

-Con nosotros mismos: nos ayuda a mejorar nuestra autoestima, a tener una mayor confianza en uno mismo, a enfrentarnos a las situaciones de forma positiva y valiente, ser optimistas y desarrollaremos mejor cualquier actividad que pongamos en práctica (eficiencia y eficacia), etc.

-Con los demás: tendemos a ver el lado bueno, nos centramos en detalles positivos y dejamos de lado los negativos, somos más partidarios a crear entornos sin conflicto y en caso de encontrarnos con ellos seremos más creativos para buscar soluciones, trabajaremos mejor en equipo,
Pero, ¿cómo afecta eso al cerebro?

A continuación, os dejamos unos vídeo altamente interesante y un artículos que va en la misma dirección:


La catedrática Natalia López, pronunció la conferencia titulada “Humor y cerebro feliz”, subrayó que el humor responde a un mecanismo cerebral precioso, que está siendo muy investigado por la neurociencia y que se origina en un área denominada: central de detección de errores.

La “central de errores”, una región situada entre los dos hemisferios, detecta el error y sincroniza lo lógico y lo ilógico de la narración, sucede al escuchar un chiste, el cerebro procesa el lenguaje y, cuando la historia toma un giro se da esto, el mecanismo cerebral del humor es muy complejo, pero es innato al ser humano, explicó López.
Al conseguir detectar el error, el cerebro obtiene una recompensa a través de la liberación de dopamina, una hormona que genera una sensación de regocijo que se termina somatizando en una carcajada que, a su vez, fortalece el corazón y genera respuestas automáticas saludables"



 

 

lunes, 1 de octubre de 2012

Supremacía de las emociones: El cerebro emocional

Ya lo decía Epitecto en el siglo I cuando afirmo "los pensamientos y las acciones brotan de una sola fuente, los sentimientos"

Las emociones/ sentimientos es la parte más primaria que reside en el ser humano, antes que la parte racional. De ahí que muchas veces las interpretaciones que damos a los diferentes entornos determinen la forma en que pensamos y en la forma en que actúamos. Por seguir con Daniel Goleman, el recorrido que en este sentido se produce en nuestro cerebro, emocional vs racional, es el siguiente (es importante considerar que la explicación es sencilla para que pueda ser entendida de forma clara por todos):
-Cuándo el ser humano percibe a través de alguno de sus órganos sensoriales un estímulo, en primer lugar llega al tálamo donde se convierte en un estímulo neuronal capaz de ser procesado. Después pasa a la zona del neocórtex (cerebro racional), donde se produce la evaluación de la información y nos permite emitir una respuesta mandando las órdenes necesarias a los órganos precisos. Y de ahí, pasa a la amígdala que es la encargada de la interpretación emocional.

-¿Qué ocurre ante situaciones de alerta?. Que se produce un atajo en este recorrido y una vez el estímulo es percibido y llega al tálamo, este lo redirige directamente a la amígdala. Esto permite una respuesta inmediata que en casos ancestrales era necesaria para permitir la superviviencia de la especie.  

Esta interrelación entre ambos cerebros es la base de la Intenligencia Emocional.

Evidentemente esto tiene una parte positiva pues ante momentos de alerta el recorrido que normalmente hace el cerebro utiliza un atajo y actúamos guiados por nuestro "instinto de supervivencia"; lo que ocurre es que este instinto no es necesario en nuestro día a día y si no somos conscientes de cómo nuestras emociones pueden llegar a alterarnos, seremos presos de las mismas.

Con esto no queremos decir que dejarse llevar por la emociones sea negativo sino que en algunos casos pueden jugarnos una mala pasada pues bien es sabido cómo afectan las emociones a nuestro cuerpo físico: al sistema inmunitario, a la regeneración neuronal, a los reflejos cognitivos, etc.

¿Cómo prevenir el efecto de las emociones perturbadoras?
Cuando algo sea percibido e interpretado como negativo puede ser interesante que en vez de dejarnos llevar, paremos unos minutos y nos hagamos las siguientes preguntas. Porque aunque la emoción es primaria, cambiando los pensamientos también podemos alterar la respuesta emocional y por ende, la respuesta conductual.

-¿Es objetiva la interpretación que estoy dando?
-¿Tengo pruebas?
-¿Cómo me hace sentir esa interpretación?
-¿Podría haber otra explicación más positiva?
-¿Cómo me haría sentir esa nueva interpretación?

*La imagen ha sido tomada del libro Inteligencia Emocional, Daniel Goleman.

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