¿Trabajamos con la Honestidad?...La semilla del Emperador

Esta semana nos centramos en la Honestidad; entendida como la capacidad para no ser pretencioso y para asumir los propios sentimientos y comportamientos.

Implica ser estable en principios y valores sin faltar a la verdad y siendo coherente con los mismos. Además, la honestidad puede entenderse también como el cuidado para no inducir a error pero en caso de hacerlo, afrontarlo de manera modesta.

Para poder trabajarla podemos hacer lo siguiente:

Anota cada mentira aunque sea pequeña, incluso las mentiras de omisión y piensa en cómo te sentirías si te hicieran lo mismo y a donde te lleva esa mentira.

Apunta tus próximas cinco acciones que coinciden con palabras y viceversa.

Identifica tu zona de fuertes convicciones morales y establecer tus prioridades de acuerdos a tus convicciones.

No me gustaría pasar por alto un cuento que creo que refleja fielmente lo que queremos transmitir con esta fortaleza: 

La semilla del Emperador

Había una vez un emperador que quería buscarle esposo a su hija y para eso convocó a todos los solteros de su reino. Todos los jóvenes asistieron y el rey les puso la siguiente prueba:

"Os hago entrega de esta semilla y al cabo de 6 meses deberán traerme en una maceta la planta que haya crecido. La planta más bella ganará la mano de mi hija, y por ende el reino".

Pasados los seis meses, todos los jóvenes llegaron al reino. Todos tenían hermosas y bellas plantas salvo uno que llevaba la maceta pero en esta no había nacido ninguna flor.

Uno a uno fue enseñando al Emperador su hermosa planta y explicando el motivo por el que debería ser elegido. El que no había conseguido que naciera nada, se mostraba cabizbajo y avergonzado y cuando le tocó el turno comentó que lo había intentado, había cuidado la semilla con mucho esmero pero no había conseguido nada.

Tras unos segundos de silencio, el emperador dijo:

"Este es el nuevo heredero del trono y se casará con mi hija. La semilla que les entregué era infértil y todos trataron de engañarme usando otra semilla. Este- dijo señalando al chico avergonzado- ha sido el único joven con el valor y la honestidad de presentarse aquí con su maceta vacía y esas son las virtudes que un futuro emperador debe ser y que mi hija merece”

Visita el resto de fortalezas, aquí.

Espero que os haya gustado.

Besitos y Feliz Semana!