lunes, 30 de septiembre de 2013

10 Claves para ser Feliz

Según la Organización “Action for Happiness”, movimiento comprometido con la construcción de una sociedad más feliz, las diez claves para que nuestra vida sea más feliz se basan en una revisión de las últimas investigaciones de la psicología y otros campos relacionados.

El camino de todos hacia la felicidad es diferente, pero si atendemos a estas diez claves tendremos un impacto positivo en nuestra felicidad y bienestar diario. 

1. DAR. HACER COSAS PARA OTROS.

Ayudar a los demás no sólo es bueno para ellos sino también nos hace más felices y más sanos. Cuando damos nos conectamos con los otros. Y no nos referimos sólo a dinero, también podemos dar nuestro tiempo, ideas y energía. Así que… ¡SI QUIERES SENTIRTE BIEN, HAZ EL BIEN!

Hacer las cosas por los demás es una poderosa manera de aumentar nuestra propia felicidad y de quienes nos rodean. Las personas a las que ayudamos pueden ser extraños, familiares, amigos, compañeros de trabajo o vecinos. Pueden ser viejos o jóvenes, que estén cerca o lejos.

Dar a los demás cosas tan simples como una palabra amable, una sonrisa o un gesto harán sentir muy bien a esa persona que lo recibe. Podemos incluir el tiempo, la atención, las habilidades, el pensamiento o los cuidados. Estos actos tiene mucha más potencia que los “regalos” materiales.

Los estudios científicos demuestran que ayudar a otros aumenta la felicidad. Aumenta la satisfacción con la vida, proporciona un sentido de significado, aumenta los sentimientos de competencia, mejora nuestro estado de ánimo y reduce el estrés.La bondad hacia los demás es el pegamento que conecta la felicidad individual con la comunidad en general y el bienestar social. Dar a los demás nos ayuda a conectar con la gente y cumple con una de nuestras necesidades humanas básicas: la relación. (Nuestra siguiente clave)

2. RELACIÓN. 

Las personas con relaciones sociales fuertes y amplias son más felices, más sanas y viven más tiempo. Las relaciones estrechas con la familia y amigos brindan amor, es decir, apoyan y aumentan nuestros sentimientos de autoestima.

Chris Peterson, uno de los fundadores de la psicología positiva la describe como: " Otras personas importan”. Muchos estudios han demostrado que tanto la calidad y cantidad de conexiones sociales tienen un impacto en nuestra salud, así como el bienestar psicológico.

No tener estrechos vínculos personales suponen el mismo nivel de riesgo para la salud como el tabaquismo o la obesidad. Tener una red de relaciones sociales o altos niveles de apoyo social parece aumentar nuestra inmunidad a la infección, reducir el riesgo de enfermedades del corazón y reducir el deterioro mental a medida que envejecemos.

Esto está influenciado por:
  • Experimentar emociones positivas juntos - por ejemplo, disfrute, diversión.
  • Ser capaz de hablar abiertamente y sentirse comprendido
  • Dar y recibir apoyo
  • Actividades y experiencias compartidas.

Nuestra necesidad de sentirse conectados con otras personas - para amar y ser amado, y para cuidar y ser cuidado - es una necesidad humana fundamental. 

Podemos ayudar a construir sociedades más felices haciendo lo que podemos para aumentar nuestra propia felicidad y también ser consciente del impacto que nuestra conducta tiene en los demás. Interacciones incluso aparentemente pequeñas, incidentales, tales como una sonrisa o un acto de bondad pueden hacer la diferencia.

3. EJERCICIO. CUIDA TU CUERPO.

Nuestro cuerpo y nuestra mente están conectados. La actividad física nos hace más felices, además de ser bueno para nuestra salud física. En el acto, se mejora nuestro estado de ánimo e incluso nos puede sacar de una depresión. No tenemos que correr maratones, hay cosas sencillas que podemos hacer para ser más activo todos los días. Y también podemos aumentar nuestro bienestar “desconectando” de la tecnología, salir fuera y asegurarse de dormir lo suficiente!

4 APRECIACIÓN. DARNOS CUENTA DEL MUNDO QUE NOS RODEA.

¿Alguna vez has sentido que debe haber más cosas en la vida para ser feliz? buena noticia, ¡no lo es! Sólo tenemos que parar y tomar nota, aprender a ser más conscientes de nuestro caminar al trabajo, de la forma de comer o de nuestras relaciones. 

La clave es 'prestar atención´. La atención plena (Mindfulness) se define como " el estado de estar atentos y conscientes de lo que está ocurriendo en el presente.” Dos elementos críticos del Mindfulness son los siguientes:

  • Que es intencional (es decir, que conscientemente lo estamos haciendo), y
  • Que lo estamos aceptando, en lugar de juzgar, de lo que nos damos cuenta.

En otras palabras, Mindfulness es " experimentar abiertamente lo que está ocurriendo. " Se trata de ser totalmente conscientes de lo que está pasando a nuestro alrededor - lo que podemos ver, oír, tocar y probar. Y lo que está sucediendo en el interior - nuestros pensamientos y sentimientos. Fundamentalmente se trata de observar todo esto, pero no quedar atrapados en pensar y preocuparse por lo que estamos observando.

Gran cantidad de estudios científicos están demostrando los beneficios del Mindfulness en muchos aspectos de nuestras vidas, incluyendo nuestro bienestar físico y bienestar mental, nuestras relaciones y nuestro desempeño en el colegio y en el trabajo. Y parece que tiene beneficios para todos, desde los niños hasta la tercera edad. Es simple, pero puede ser un proceso duro hasta que aprende. Lo “peor” es que se necesita mucha práctica.

5. PROBAR. SEGUIR APRENDIENDO COSAS NUEVAS

El aprendizaje afecta nuestro bienestar en muchos aspectos positivos. Nos expone a nuevas ideas y nos ayuda a ser curiosos y comprometidos. También nos da un sentido de logro y ayuda a aumentar nuestra autoestima y capacidad de recuperación. Hay muchas maneras de aprender nuevas cosas - no sólo a través de los libros . Podemos compartir una habilidad con los amigos, unirnos a un club o centro cultural, aprender a cantar, jugar un deporte nuevo y mucho más.

6. DIRECCIÓN. TENER METAS PARA EL FUTURO

Todos tenemos metas que conseguir  y éstas deben ser un reto suficientemente excitante no sólo para motivarnos, sino también para hacer que sea posible. Si tratamos de intentar lo imposible nos va a traer estrés innecesario. La elección de objetivos ambiciosos pero realistas dará a nuestra vida un sentido de logro y satisfacción cuando lo consigamos.

La investigación científica muestra que la creación y el trabajo hacia objetivos pueden contribuir a la felicidad de varias maneras, incluyendo:
  •          Ser una fuente de interés, de compromiso o placer.
  •           Que nos dé un sentido de significado y propósito.
  •           Que traiga un sentido de logro cuando alcancemos lo que nos propusimos.

Las metas pueden ser a largo plazo, a corto plazo o incluso diario. Un objetivo a largo plazo podría ser una gran carrera o meta en la vida - por ejemplo, convertirse en médico u obtener una calificación. Un objetivo a corto plazo podría ser un plan para las próximas semanas o meses - por ejemplo, organizar una fiesta o unirse a un equipo de fútbol. Uno de los objetivos diarios puede ser cocinar algo diferente o ponerse en contacto con un viejo amigo.

Las metas más pequeñas pueden parecer poco importantes, sin embargo, tener proyectos personales que nos importan- y son manejables – aumentan el bienestar. Y es aún mejor si podemos unir nuestros objetivos más pequeños a nuestros objetivos y prioridades en la vida más grandes.

Para hacer que nuestras metas sean optimistas debemos:
  •         Elegir objetivos que nos lleven hacia algo positivo que queramos lograr, en lugar de objetivos que nos ayuden a evitar las cosas que no queremos.
  •           Ser proactivo en caso de problemas y en la búsqueda de maneras de resolverlos, en lugar de ignorar o posponer tratar cuestiones.
  •       Evitar detenerse en lo negativo; aprender a aceptar las cosas difíciles que no podemos cambiar y volver a ajustar nuestros objetivos en lugar de evitarlos.
7. RESILIENCIA. ENCONTRAR CAMINOS PARA RECUPERARSE.

Todos sufrimos momentos de estrés, pérdida o trauma en nuestras vidas. Pero, la manera en cómo respondemos a ellos tiene un gran impacto en nuestro bienestar. A menudo no podemos elegir lo que nos pasa, pero en principio podemos elegir nuestra propia actitud ante lo que sucede. En la práctica no siempre es fácil, pero uno de los hallazgos más interesantes es que la resiliencia, como muchas otras habilidades para la vida, se puede aprender.

La resiliencia proviene de la palabra latina resilio -se utiliza para describir nuestra capacidad para hacer frente y recuperarse de la adversidad. 

8. EMOCIÓN. ADOPTAR UNA ACTITUD POSITIVA

Las emociones positivas como la alegría, la gratitud, la inspiración y el orgullo - no son simplemente buenas en un momento dado, sino que si las experimentamos de manera regular entraremos en una “espiral ascendente” que ayudará a construir nuestros “sueños”. Así que, aunque tenemos que ser realistas acerca de las idas y venidas a lo largo de nuestra vida, centrarnos en aspectos positivos nos ayudará ante cualquier situación a ver el vaso medio lleno y no medio vacío.

Sentir emociones positivas es bueno para nosotros. También hay evidencia de que las emociones positivas son contagiosas y cuando nos sentimos bien también puede tener un “efecto dominó” en quienes nos rodean. Así que haciendo las cosas que nos ayudan a sentirnos bien, podemos hacer otras buenas también por los demás,

Pero esto no significa que deberíamos poner toda nuestra energía en el aquí y ahora. Necesitamos un equilibrio saludable entre disfrutar del momento y hacer las cosas que traen sentido y plenitud a largo plazo.


9. ACEPTACIÓN. SER AGRADABLE CONTIGO MISMO.

Nadie es perfecto. Pero muy a menudo comparamos nuestro interior con el exterior de otras personas. Vivir en nuestros defectos, lo que no somos más que lo que tenemos, hace que sea mucho más difícil ser feliz. Aprender a aceptarnos a nosotros mismos, con todos nuestros defectos, y ser más amables con nosotros mismos cuando las cosas van mal, aumenta nuestro disfrute de la vida, nuestra resistencia y nuestro bienestar. También nos ayuda a aceptar a los demás tal como son.

La crítica constante en nuestra cabeza por no ser lo suficientemente bueno es una manera segura de ser infeliz. Esto no significa que debamos ignorar nuestras áreas más débiles , pero sí significa aceptar que nadie es perfecto, nosotros incluidos . Significa poner nuestras imperfecciones (y las cosas que nos ocurren) en perspectiva, verlas como algo normal y no fuera de lo normal. Y eso significa un cambio de enfoque, de lo que no tenemos o no podemos hacer con lo que tenemos o podemos hacer.

Los psicólogos describimos dos partes para nuestro bienestar - sentirse bien (tal vez lo que normalmente consideramos como la felicidad) y funcionar bien, esto incluye tener buena autoestima y un buen autoconcepto/ autoaceptación. La autoestima o sentimiento positivo acerca de nosotros mismos, ha sido durante mucho tiempo objeto de estudio psicológico. La autoaceptación amplía este concepto a: conocer nuestras fortalezas y nuestras debilidades, hacer las paces con nuestro pasado y sentirnos bien con nosotros mismos, aunque esto implique ser conscientes de nuestras limitaciones. Es importante destacar que la auto-aceptación no significa ignorar lo que no hacemos sino que trata de trabajar “con” y no “contra” nosotros mismos.

Albert Ellis, psicólogo de renombre, describió dos opciones: aceptarnos a nosotros mismos de forma condicional (es decir, sólo en determinadas condiciones, por ejemplo, cuando tenemos éxito) o sin condiciones (en todas las circunstancias). La primera opción de la que habla " es mortal”.

10. SIGNIFICADO. SER PARTE DE ALGO GRANDE.

Las personas que tienen un significado y propósito en sus vidas son más felices, se sienten más en control y obtienen más de lo que hacen. También experimentan menos estrés, ansiedad y depresión. Pero ¿dónde encontramos sentido y propósito? Las respuestas varían para cada uno de nosotros, pero todas ellas implican una conexión hacia algo más grande que nosotros mismos.

Martin Seligman, el fundador de la psicología positiva, describe el significado como un componente vital de la felicidad y el bienestar. Dotar a nuestra vida, a cada acto que hacemos de significado permite que nuestro camino hacia la felicidad sea viable.

La fe religiosa u otras prácticas espirituales proporcionan un significado para muchas personas y la investigación sugiere que las personas con fe, tienden a tener mayores niveles de felicidad y bienestar que las personas sin creencias de este tipo. Sin embargo, la religión y la espiritualidad no son las únicas fuentes de sentido. Para muchos de nosotros, nuestras relaciones con los demás son una fuente clave de significado en nuestras vidas - como padres, amigos y miembros de una comunidad. Otras fuentes importantes de sentido incluyen la búsqueda de ' vocación ' - un trabajo o actividad que nos apasiona - o tener una profunda conexión con el mundo natural. Lo que es seguro es que "significado" es algo muy individual. Nadie nos puede decir lo que da sentido a nuestras vidas, tenemos que descubrirlo por nosotros mismos.

Si estás intersead@ en profundizar aún más en estos temas, te recomendamos el Taller “Potencia tu felicidad”. Más información en la web.

¡¡SER FELICES!!
Raquel Martín Alonso

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