Según la Organización “Action for Happiness”, movimiento
comprometido con la construcción de una sociedad más feliz, las diez claves
para que nuestra vida sea más feliz se basan en una revisión de las últimas
investigaciones de la psicología y otros campos relacionados.
El camino de todos hacia la felicidad es diferente, pero si
atendemos a estas diez claves tendremos
un impacto positivo en nuestra felicidad y bienestar diario.
1. DAR. HACER COSAS PARA OTROS.
Ayudar a los demás no sólo es bueno para ellos sino también nos hace más felices y más sanos. Cuando
damos nos conectamos con los otros. Y no nos referimos sólo a dinero, también podemos dar
nuestro tiempo, ideas y energía. Así que… ¡SI QUIERES SENTIRTE BIEN, HAZ EL
BIEN!
Hacer las cosas por los demás es una poderosa manera de aumentar nuestra propia felicidad y de
quienes nos rodean. Las personas a las que ayudamos pueden ser extraños,
familiares, amigos, compañeros de trabajo o vecinos. Pueden ser viejos o
jóvenes, que estén cerca o lejos.
Dar a
los demás cosas tan simples como una palabra amable, una sonrisa o un gesto
harán sentir muy bien a esa persona que lo recibe. Podemos incluir el tiempo,
la atención, las habilidades, el pensamiento o los cuidados. Estos actos tiene
mucha más potencia que los “regalos” materiales.
Los estudios científicos demuestran que ayudar a otros
aumenta la felicidad. Aumenta la satisfacción con la vida, proporciona un
sentido de significado, aumenta los sentimientos de competencia, mejora nuestro
estado de ánimo y reduce el estrés.La bondad hacia los demás es el pegamento que conecta la
felicidad individual con la comunidad en general y el bienestar social. Dar a
los demás nos ayuda a conectar con la gente y cumple con una de nuestras
necesidades humanas básicas: la relación. (Nuestra siguiente clave)
2. RELACIÓN.
Las personas con relaciones sociales fuertes y amplias son
más felices, más sanas y viven más tiempo. Las relaciones estrechas con la
familia y amigos brindan amor, es decir, apoyan y aumentan nuestros sentimientos
de autoestima.
Chris Peterson, uno de los fundadores de la
psicología positiva la describe como: " Otras personas importan”. Muchos estudios han demostrado que tanto la calidad y cantidad
de conexiones sociales tienen un impacto en nuestra salud, así como el
bienestar psicológico.
No tener estrechos vínculos personales suponen el mismo
nivel de riesgo para la salud como el tabaquismo o la obesidad. Tener una red
de relaciones sociales o altos niveles de apoyo social parece aumentar nuestra
inmunidad a la infección, reducir el riesgo de enfermedades del corazón y
reducir el deterioro mental a medida que envejecemos.
Esto está influenciado por:
- Experimentar emociones positivas juntos - por ejemplo, disfrute, diversión.
- Ser capaz de hablar abiertamente y sentirse comprendido
- Dar y recibir apoyo
- Actividades y experiencias compartidas.
Nuestra necesidad de sentirse conectados con otras personas
- para amar y ser amado, y para cuidar y ser cuidado - es una necesidad humana
fundamental.
Podemos ayudar a construir sociedades más felices haciendo
lo que podemos para aumentar nuestra propia felicidad y también ser consciente
del impacto que nuestra conducta tiene en los demás. Interacciones incluso
aparentemente pequeñas, incidentales, tales como una sonrisa o un acto de
bondad pueden hacer la diferencia.
3. EJERCICIO. CUIDA TU CUERPO.
Nuestro cuerpo y nuestra mente están conectados. La
actividad física nos hace más felices, además de ser bueno para nuestra salud
física. En el acto, se mejora nuestro estado de ánimo e incluso nos puede sacar
de una depresión. No tenemos que correr maratones, hay cosas sencillas que
podemos hacer para ser más activo todos los días. Y también podemos aumentar
nuestro bienestar “desconectando” de la tecnología, salir fuera y asegurarse de
dormir lo suficiente!
4 APRECIACIÓN. DARNOS CUENTA DEL MUNDO QUE NOS RODEA.
¿Alguna vez has sentido que debe haber más cosas en la vida
para ser feliz? buena noticia, ¡no lo es! Sólo tenemos que parar y
tomar nota, aprender a ser más conscientes de nuestro caminar al trabajo, de la
forma de comer o de nuestras relaciones.
La clave es 'prestar atención´. La atención plena (Mindfulness)
se define como " el estado de estar atentos y conscientes de lo que está
ocurriendo en el presente.” Dos elementos críticos del Mindfulness son los
siguientes:
- Que es intencional (es decir, que conscientemente lo estamos haciendo), y
- Que lo estamos aceptando, en lugar de juzgar, de lo que nos damos cuenta.
En otras palabras, Mindfulness es " experimentar
abiertamente lo que está ocurriendo. " Se trata de ser totalmente
conscientes de lo que está pasando a nuestro alrededor - lo que podemos ver,
oír, tocar y probar. Y lo que está sucediendo en el interior - nuestros
pensamientos y sentimientos. Fundamentalmente se trata de observar todo esto,
pero no quedar atrapados en pensar y preocuparse por lo que estamos observando.
Gran cantidad de estudios científicos están demostrando los
beneficios del Mindfulness en muchos aspectos de nuestras vidas, incluyendo
nuestro bienestar físico y bienestar mental, nuestras relaciones y nuestro
desempeño en el colegio y en el trabajo. Y parece que tiene beneficios para todos,
desde los niños hasta la tercera edad. Es simple, pero puede ser un proceso duro hasta que aprende.
Lo “peor” es que se necesita mucha práctica.
5. PROBAR. SEGUIR APRENDIENDO COSAS NUEVAS
El aprendizaje afecta nuestro bienestar en muchos aspectos
positivos. Nos expone a nuevas ideas y nos ayuda a ser curiosos y
comprometidos. También nos da un sentido de logro y ayuda a aumentar nuestra
autoestima y capacidad de recuperación. Hay muchas maneras de aprender nuevas
cosas - no sólo a través de los libros . Podemos compartir una habilidad con
los amigos, unirnos a un club o centro cultural, aprender a cantar, jugar un
deporte nuevo y mucho más.
6. DIRECCIÓN. TENER METAS PARA EL FUTURO
Todos tenemos metas que conseguir y éstas deben ser un reto suficientemente
excitante no sólo para motivarnos, sino también para hacer que sea posible. Si
tratamos de intentar lo imposible nos va a traer estrés innecesario. La
elección de objetivos ambiciosos pero realistas dará a nuestra vida un sentido
de logro y satisfacción cuando lo consigamos.
La investigación científica muestra que la creación y el trabajo hacia
objetivos pueden contribuir a la felicidad de varias maneras, incluyendo:
- Ser una fuente de interés, de compromiso o placer.
- Que nos dé un sentido de significado y propósito.
- Que traiga un sentido de logro cuando alcancemos lo que nos propusimos.
Las metas pueden ser a largo plazo, a corto plazo o incluso diario.
Un objetivo a largo plazo podría ser una gran carrera o meta en la vida - por
ejemplo, convertirse en médico u obtener una calificación. Un objetivo a corto
plazo podría ser un plan para las próximas semanas o meses - por ejemplo,
organizar una fiesta o unirse a un equipo de fútbol. Uno de los objetivos diarios
puede ser cocinar algo diferente o ponerse en contacto con un viejo amigo.
Las metas más pequeñas pueden parecer poco importantes, sin
embargo, tener proyectos personales que nos importan- y son manejables –
aumentan el bienestar. Y es aún mejor si podemos unir nuestros objetivos más
pequeños a nuestros objetivos y prioridades en la vida más grandes.
Para hacer que nuestras metas sean optimistas debemos:
- Elegir objetivos que nos lleven hacia algo positivo que queramos lograr, en lugar de objetivos que nos ayuden a evitar las cosas que no queremos.
- Ser proactivo en caso de problemas y en la búsqueda de maneras de resolverlos, en lugar de ignorar o posponer tratar cuestiones.
- Evitar detenerse en lo negativo; aprender a aceptar las cosas difíciles que no podemos cambiar y volver a ajustar nuestros objetivos en lugar de evitarlos.
7. RESILIENCIA. ENCONTRAR CAMINOS PARA RECUPERARSE.
Todos sufrimos momentos de estrés, pérdida o trauma en
nuestras vidas. Pero, la manera en cómo respondemos a ellos tiene un gran
impacto en nuestro bienestar. A menudo no podemos elegir lo que nos pasa, pero
en principio podemos elegir nuestra propia actitud ante lo que sucede. En la
práctica no siempre es fácil, pero uno de los hallazgos más interesantes es que
la resiliencia, como muchas otras habilidades para la vida, se puede aprender.
La resiliencia proviene de la palabra latina resilio -se
utiliza para describir nuestra capacidad para hacer frente y recuperarse de la
adversidad.
8. EMOCIÓN. ADOPTAR UNA ACTITUD POSITIVA
Las emociones positivas como la alegría, la gratitud, la
inspiración y el orgullo - no son simplemente buenas en un momento dado, sino
que si las experimentamos de manera regular entraremos en una “espiral
ascendente” que ayudará a construir nuestros “sueños”. Así que, aunque tenemos
que ser realistas acerca de las idas y venidas a lo largo de nuestra vida, centrarnos
en aspectos positivos nos ayudará ante cualquier situación a ver el vaso medio
lleno y no medio vacío.
Sentir emociones positivas es bueno para nosotros. También
hay evidencia de que las emociones positivas son contagiosas y cuando nos
sentimos bien también puede tener un “efecto dominó” en quienes nos rodean. Así
que haciendo las cosas que nos ayudan a sentirnos bien, podemos hacer otras
buenas también por los demás,
Pero esto no significa que deberíamos poner toda nuestra
energía en el aquí y ahora. Necesitamos un equilibrio saludable entre disfrutar
del momento y hacer las cosas que traen sentido y plenitud a largo plazo.
9. ACEPTACIÓN. SER AGRADABLE CONTIGO MISMO.
Nadie es perfecto. Pero muy a menudo comparamos nuestro
interior con el exterior de otras personas. Vivir en nuestros defectos, lo que no
somos más que lo que tenemos, hace que sea mucho más difícil ser feliz.
Aprender a aceptarnos a nosotros mismos, con todos nuestros defectos, y ser más
amables con nosotros mismos cuando las cosas van mal, aumenta nuestro disfrute
de la vida, nuestra resistencia y nuestro bienestar. También nos ayuda a
aceptar a los demás tal como son.
La crítica constante en nuestra cabeza por no ser lo suficientemente
bueno es una manera segura de ser infeliz. Esto no significa que debamos
ignorar nuestras áreas más débiles , pero sí significa aceptar que nadie es
perfecto, nosotros incluidos . Significa poner nuestras imperfecciones (y las
cosas que nos ocurren) en perspectiva, verlas como algo normal y no fuera de lo
normal. Y eso significa un cambio de enfoque, de lo que no tenemos o no podemos
hacer con lo que tenemos o podemos hacer.
Los psicólogos describimos dos partes para nuestro bienestar
- sentirse bien (tal vez lo que normalmente consideramos como la felicidad) y funcionar
bien, esto incluye tener buena autoestima y un buen autoconcepto/
autoaceptación. La autoestima o sentimiento positivo acerca de nosotros
mismos, ha sido durante mucho tiempo objeto de estudio psicológico. La
autoaceptación amplía este concepto a: conocer nuestras fortalezas y nuestras
debilidades, hacer las paces con nuestro pasado y sentirnos bien con nosotros
mismos, aunque esto implique ser conscientes de nuestras limitaciones. Es
importante destacar que la auto-aceptación no significa ignorar lo que no
hacemos sino que trata de trabajar “con” y no “contra” nosotros mismos.
Albert Ellis, psicólogo de renombre, describió dos opciones:
aceptarnos a nosotros mismos de forma condicional (es decir, sólo en
determinadas condiciones, por ejemplo, cuando tenemos éxito) o sin condiciones (en
todas las circunstancias). La primera opción de la que habla " es mortal”.
10. SIGNIFICADO. SER PARTE DE ALGO GRANDE.
Las personas que tienen un significado y propósito en sus
vidas son más felices, se sienten más en control y obtienen más de lo que
hacen. También experimentan menos estrés, ansiedad y depresión. Pero ¿dónde
encontramos sentido y propósito? Las respuestas varían para cada uno de
nosotros, pero todas ellas implican una conexión hacia algo más grande que
nosotros mismos.
Martin Seligman, el fundador de la psicología positiva, describe
el significado como un componente vital de la felicidad y el bienestar. Dotar a
nuestra vida, a cada acto que hacemos de significado permite que nuestro camino
hacia la felicidad sea viable.
La fe religiosa u otras prácticas espirituales proporcionan
un significado para muchas personas y la investigación sugiere que las personas
con fe, tienden a tener mayores niveles de felicidad y bienestar que las
personas sin creencias de este tipo. Sin embargo, la religión y la
espiritualidad no son las únicas fuentes de sentido. Para muchos de nosotros,
nuestras relaciones con los demás son una fuente clave de significado en
nuestras vidas - como padres, amigos y miembros de una comunidad. Otras fuentes importantes de sentido
incluyen la búsqueda de ' vocación ' - un trabajo o actividad que nos apasiona
- o tener una profunda conexión con el mundo natural. Lo que es seguro es que
"significado" es algo muy individual. Nadie nos puede decir lo que da
sentido a nuestras vidas, tenemos que descubrirlo por nosotros mismos.
Si estás intersead@ en profundizar aún más en estos temas,
te recomendamos el Taller “Potencia tu felicidad”. Más información en la web.
¡¡SER FELICES!!
Raquel Martín Alonso
Raquel Martín Alonso
Ir al artículo original, pinchando aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Déjanos tus Comentarios